La obesidad es una enfermedad sistémica, crónica, progresiva y multifactorial que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa. En su etiología se involucran alteraciones en el gasto energético, desequilibrio en el balance entre aporte y utilización de grasas, causas de carácter neuroendocrino, metabólicas, genéticas, factores del medio ambiente y psicógenas.

– Se estima que 1.7 billones de personas en el mundo padecen algún grado de obesidad y que cada año mueren 2.6 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso.

– El exceso de grasa corporal (sobrepeso y obesidad) es reconocido actualmente como uno de los retos más importante de Salud Pública en el mundo, dada su magnitud, la rapidez de su incremento y el efecto negativo que ejerce sobre la salud de la población que la padece, debido a que aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades crónicas no trasmisibles e incrementa el riesgo de muerte prematura y discapacidad.

– Hoy en día, México y Estados Unidos de Norteamérica, ocupan los primeros lugares de prevalencia mundial de obesidad. En nuestro país, en su conjunto, el sobrepeso y la obesidad  afectan a cerca del 70% de la población en ambos sexos entre los 30 y 60 años.

– En México, se estima que la atención de enfermedades causadas por la obesidad y el sobrepeso, tiene un costo anual aproximado de 3 mil 500 millones de dólares.

Prevalencia de sobrepeso y obesidad, según grupo de edad y sexo. ENSANUT 2006.

– La obesidad se clasifica fundamentalmente con base en el índice de masa corporal (IMC) que se define como el peso en kg dividido por la talla expresada en metros y elevada al cuadrado.

Se recomienda calcular el IMC por lo menos una vez al año y cuantas veces sea necesario durante la vigilancia de un paciente con sobrepeso u obesidad.

IMC (Kg/m2)

Rango Normal

18.50 -24.99

Sobrepeso I

≥25.00

Sobrepeso II (Preobesidad)

25.00-29.99

Obesidad

≥30.00

Obesidad Clase  I

30.00-34.99

Obesidad Clase II

35.00-39.99

Obesidad Clase III

≥40.00

– Ante n IMC de 30-35 kg/m2 la mediana de supervivencia se reduce en 2-4 años, mientras que ante un IMC de 40-45 kg/m2 s reduce en 8-10 años (lo que es comparable con los efectos del hábito de fumar).

– La medición de la circunferencia de la cintura en hombres y mujeres, es una herramienta sencilla y válida de promoción de la salud para identificar a las personas en riesgo de enfermedad cardiovascular, trastornos del sueño y diabetes. Se debe emplear la medición de la circunferencia abdominal en conjunto con el IMC para evaluar el riesgo de comorbilidad asociado a la obesidad.

 

IMC (Kg/m2)

 

Normal 

Hombres <90cms   Mujeres<80 cms

Anormal

Hombres >90 cms Mujeres >80 cms

Peso Normal

18.5-24.9

Alto

Sobrepeso

25-29.9

Aumentado

Alto

Obesidad

30-39.9

Alto a Muy Alto

Muy Alto

Obesidad Severa

>40

Extremadamente Alto

Extremadamente Alto

– En pacientes adultos, el sobrepeso y la obesidad, son responsables de cerca del 80% de los casos de Diabetes Mellitus Tipo 2, 35% de enfermedad cardiovascular isquémica y del 55% de enfermedad hipertensiva.

– Las personas con obesidad presentan Riesgo Elevado (RR >3) de presentar:

Diabetes Mellitus tipo 2
Hipertensión arterial
Dislipidemia
Enfermedad vesicular
Resistencia a la insulina
Esteatosis hepática no alcohólica (hígado graso)
Apnea del sueño
Asma
Depresión
Somnolencia y fatiga

– Las personas con obesidad presentan Riesgo Moderado (RR 2-3) de presentar:

Enfermedad coronaria (infarto)
Fibrilación auricular
Enfermedad vascular cerebral
Gota o hiperuricemia
Osteoartritis
Enfermedad respiratoria
Hernias
Problemas psicológicos

– Las personas con obesidad presentan un Pequeño Aumento del Riesgo (RR 1-2) de presentar:

Cáncer de mama, colon, vesícula biliar, páncreas, próstata, ovario, endometrio, esófago y células renales
Leucemia
Alteraciones reproductivas o fertilidad alterada
Alteraciones hormonales
Ovarios poliquísticos
Cataratas en los ojos
Venas varicosas
Incontinencia por estrés
Edema/celulitis
Lumbalgia (dolor de espalda)

– En la siguiente tabla se observa el Riesgo Relativo (RR) que presentan las personas con sobrepeso y obesidad para padecer las siguientes enfermedades:

Sobrepeso Obesidad
Diabetes Mellitus tipo 2 Hombres: 2.4 (RR)

Mujeres: 3.92

Hombres: 6.74 (RR)

Mujeres: 12.41 (RR)

Hipertensión arterial Hombres: 1.28 (RR)

Mujeres: 1.65 (RR)

Hombres: 1.84 (RR)

Mujeres: 2.42 (RR)

Enfermedad vascular cerebral Hombres: 1.23 (RR)

Mujeres: 1.15 (RR)

Hombres: 1.51 (RR)

Mujeres: 1.49 (RR)

Reemplazo articular debido a osteoartritis Hombres: 2.76 (RR)

Mujeres: 1.80 (RR)

Hombres: 4.20 (RR)

Mujeres: 1.96 (RR)

– La obesidad aumenta el riesgo de enfermedad renal en la población general y la asociación parece ser mayor en mujeres que en hombres. En los pacientes con enfermedad renal subyacente, la obesidad afecta negativamente la progresión de la enfermedad.

2.1 Obesidad y embarazo

– La obesidad materna se asocia con un incremento en el riesgo de anomalías estructurales congénitas, entre los que destacan: defectos en el tubo neural en general, espina bífida, paladar hendido, atresia anorectal, hidrocefalia y otras anomalías como las cardiovasculares.

– La obesidad incrementa el riesgo de aborto espontáneo. Las mujeres con un IMC >25 kg/m2 tienen mayor probabilidad de aborto.

– La obesidad incrementa la probabilidad de cesáreas, hemorragia, infección, mayor duración de la estancia hospitalaria y del empleo de cuidados intensivos neonatales.

– Hay una fuerte asociación positiva entre el IMC materno antes del embarazo y el riesgo de preeclampsia, generalmente el riesgo se duplica con cada aumento de 5.7 kg/m2 en el IMC antes el embarazo.

– El riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus Gestacional en mujeres con sobrepeso, obesidad y obesidad grave es de 2.14, 3.56 y 8.56 respectivamente

2.2 Obesidad e infancia

– Las principales consecuencias cardiovasculares de la obesidad en la infancia y adolescencia son: la enfermedad arterial coronaria subclínica y ateroesclerosis. Mientras que los factores de riesgo cardiovascular asociados son: hipertensión arterial, dislipidemia, hiperinsulinemia y alteraciones en la masa ventricular cardiaca izquierda. Otros efectos adversos relacionados son: apnea del sueño, reflujo gastroesofágico, infiltración grasa en hígado y problemas ortopédicos.

3. Beneficios asociados a la pérdida de peso  

Mejoría del perfil de lípidos
Disminución de la discapacidad asociada con osteoartritis
Disminución de la mortalidad por todas las causas, cáncer y diabetes
Disminución de la presión arterial
Mejoría del control de la glucosa
Reducción del riesgo de Diabetes Mellitus 2

4. Recomendaciones: alimentación y ejercicio físico

– La dieta, el ejercicio y la modificación del estilo de vida deben ser la piedra angular en el tratamiento de la obesidad.

– La alimentación saludable junto con el ejercicio físico son más eficaces para conseguir control del peso, disminución de la circunferencia abdominal y del tejido adiposo visceral.

– Con el propósito de mantener na alimentación saludable, se recomienda:

Promover la elección de alimentos integrales (avena, frijol, lentejas, arroz integral)
Consumir frutas y verduras
Evitar el consumo de alimentos fritos, bebidas, dulces confitados con azúcares añadidos y comidas rápidas para llevar
Prestar atención al tamaño de la porción de las comidas y refrigerios, así como de la frecuencia con que se están consumiendo
Disminuir las calorías a partir de las bebidas alcohólicas

– Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, la salud ósea y de reducir el riesgo de enfermedades no transmitibles, se recomienda que los niños y jóvenes de 5 a 17 años deberán acumular un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa, idealmente aeróbica. Es conveniente incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los huesos y músculos.

– En los adultos de 18 a 64 años se recomienda realizar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos e actividad física aeróbica vigorosa cada semana. La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.

– En la población debidamente seleccionada, y con el propósito de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de 18 a 64 años de edad, deben aumentar hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa. Se sugiere realizar dos veces o más por semana, actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.

Bibliografía:

Diagnóstico, Tratamiento y Prevención de Sobrepeso y Obesidad en el Adulto. México. Secretaria de Salud, 2009.

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